MI TRIUNFO O...

MI TRIUNFO O.....

Sí, soy yo, aquel niño pequeño inculto que nadie, absolutamente nadie creía en él.

Y creo que eso me ha llevado a donde estoy hoy. Para poder contar mi historia, deben saber quién soy.

Mi nombre es Hitler, Adolf-Hitler y nací el 20 de abril de 1889 en  Austria concretamente en Braunau Am Inn una pequeña ciudad.

Mis padres eran dos primos enamorados, que decidieron crear una familia, y ahí entro yo junto con mi hermana pequeña Paula. Mi padre siempre fue muy duro conmigo, y me obligaba a ser algo que yo no quería, por esas razones fui un estudiante pésimo.

Mis notas eran nefastas excepto en arte, yo siempre quise ser pintor, digamos que tenía una ligera obsesión por esta afición.

Así que cuando me fui haciendo mayor, decidí irme a Vietnam para estudiar lo que realmente a mí me llenaba, arte.

Nunca lo conseguí y vivía en la calle con las ganancias de los pocos cuadros que la gente me llegaba a comprar, por esos años comenzó la primera guerra mundial. Si la memoria no me falla empezó el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio. 

Me alisté como voluntario en el Ejército bávaro, y demostré ser un soldado entregado y valiente, aunque la más alta graduación que conseguí fue la de cabo. 
Cabe decir que una bomba me dejo ciego durante un tiempo, para mí ese tiempo fue una eternidad.

Debo darme prisa porque estoy en un búnker con mi mujer, ya que están bombardeando Berlín y corro peligro.

Tras la derrota de Alemania en 1918, regresé a Munich y permanecí en el Ejército hasta 1920. Fui nombrado oficial de instrucción y me asignaron la tarea de inmunizar a los soldados a mi cargo contra las ideas pacifistas y democráticas, un trabajo muy fácil la verdad.
Después de un tiempo me uní al Partido Obrero Alemán, de signo nacionalista, en septiembre de 1919, y en abril de 1920 le dedicaba todo mi tiempo. En esa época, había sido rebautizado como Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (conocido abreviadamente como partido Nazi) y en 1921 fui elegido su presidente (Führer) con poderes dictatoriales.

Si os digo la verdad, todo esto pasó muy rápido, ni yo me estaba dando cuenta de todo lo que podría llegar a hacer con todos esos poderes que me estaban dando poco a poco.

Ese mismo año adopte la conocida esvástica como escudo y el saludo Fascista italiano del brazo en alto.

A finales de 1921, la gente me reconocía como un gran orador, y esto hizo que mi partido creciese muy rápido, gracias a mis discursos contra grupos marxistas y judíos. Y os preguntareis por qué, por qué ellos y no los Alemanes.
Muy sencillo para mí ellos eran los culpables de todo lo malo que estaba pasando, incluso lo que ya había pasado como fue la derrota de Alemania en la ``La Primera Guerra Mundial´´
Y quien me llevase la contraria sería castigado de formas muy graves. Ay pobre el que lo hiciera.

Con todo ese poder decidí doblegar al Gobierno Nacional con únicamente la fuerza. Pero fracasé y me condenaron a 5 años de cárcel, a parte de ser juzgado por todo el mundo.

Pero solo pasé 9 meses en esa cárcel tan horrible. En esos 9 meses decidí escribir mi primer y único libro, ``MI LUCHA´´ en alemán Mein Kampf, el cuál relataba las ideas que el Régimen Alemán llevaría a término durante el gobierno.

En 1933 el 30 de enero conseguí ser nombrado Canciller.
Pasaban los años y mi odio hacia los judíos seguía creciendo. El 4 de febrero de 1918 asumí el cargo del mando del ejército.


Mi odio crecía y solo quería más y más tierras, sin recibir nada a cambio. Estas decisiones provocaron el estallido de La Segunda Guerra Mundial. Primero invadí Austria de forma pacífica  y seguidamente Polonia porque quería el corredor de Danzig.

El 20 de enero adopté la Solución Final que era la eliminación sistemática de la raza judía.
Pasaron los años y la guerra acabó con mi derrota. Me casé con Eva Bronw, y aquí estamos a día de hoy, encerrado en un búnker aceptando mi injusta derrota.y con un único pensamiento: suicidarme.
Dejando esta carta como Lecho de Muerte, gracias a todos los que confiaron en mí...

ADIÓS

Adolf Hitler.